Del Poder Absoluto a las Ideas de Cambio
La monarquía absolutista era como tener un solo jefe para todo el país. El rey concentraba los tres poderes del Estado: podía hacer las leyes (legislativo), aplicarlas (ejecutivo) y juzgar a la gente (judicial). No había límites para su autoridad.
Pero a mediados del siglo XVIII apareció la Ilustración, un movimiento intelectual europeo que duró hasta principios del siglo XIX. Este movimiento trajo nuevas ideas sobre cómo debería funcionar la sociedad y el gobierno.
El Despotismo ilustrado fue la respuesta de algunos monarcas a estas nuevas ideas. Su lema era "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo" - básicamente querían hacer reformas para mejorar la vida de sus súbditos, pero sin darles voz ni voto en las decisiones.
💡 Dato clave: El Despotismo ilustrado fue un intento de los reyes de mantenerse en el poder mientras adoptaban algunas ideas ilustradas, pero sin renunciar a su autoridad absoluta.
Este período marca el inicio de la caída del Antiguo Régimen, un proceso que cambiaría Europa para siempre y sentaría las bases de los gobiernos modernos que conocemos hoy.