Construcciones Funerarias
Durante la República y el primer Imperio, los romanos practicaban la incineración. Las cenizas se enterraban junto a las calzadas, marcadas por altares, columnas o torrecillas con inscripciones conmemorativas.
Las familias modestas utilizaban columbarios: construcciones con nichos individuales que parecían "palomares" para guardar las urnas funerarias de forma económica y ordenada.
Desde el siglo I d.C., los mausoleos de forma cilíndrica y varios pisos, inspirados en modelos helenísticos, se hicieron populares. El Mausoleo de Adriano (actual Castel Sant'Angelo) ejemplifica esta monumentalidad funeraria.
Curiosidad: Los ricos se permitían construcciones funerarias extravagantes como la Pirámide de Cayo Cestio, que imita las pirámides egipcias en pleno corazón de Roma.