Arquitectura en Grecia

¿Te has fijado en que muchos edificios importantes tienen columnas como las de los bancos o los juzgados? Eso viene directamente de los griegos. La arquitectura griega se desarrolló principalmente para construir templos dedicados a sus dioses, pero acabó definiendo cómo entendemos la belleza arquitectónica.

Los griegos no solo construían por necesidad, sino que buscaban la perfección matemática y estética. Cada elemento tenía una función y una proporción específica que creaba armonía visual.

Su legado es tan fuerte que arquitectos de todo el mundo siguen usando sus principios básicos para diseñar edificios que transmitan elegancia y solidez.

Introducción

Los templos griegos eran mucho más que simples edificios religiosos - eran declaraciones de poder y belleza que podías ver desde kilómetros de distancia. Cada ciudad-estado competía por tener el templo más impresionante para honrar a sus dioses protectores.

La construcción de estos templos seguía reglas muy estrictas de proporción y simetría. Los arquitectos griegos creían que la belleza venía de las relaciones matemáticas perfectas entre las diferentes partes del edificio.

Dato curioso: Los templos griegos se pintaban con colores vivos - rojo, azul y dorado. ¡Nada que ver con el mármol blanco que vemos hoy!

Tipos de templos griegos

La planta del templo griego tenía partes con nombres específicos que debes conocer. El naos o cella era la habitación central donde se guardaba la estatua del dios. El prónaos era como un vestíbulo de entrada, y el opistódomo era una habitación trasera para guardar tesoros.

Dependiendo de cómo se colocaran las columnas alrededor, los templos recibían nombres diferentes. Un templo períptero tenía columnas rodeándolo completamente - era el estilo más prestigioso y caro de construir.

Los templos anfipróstilo tenían columnas solo en la entrada y la parte trasera, mientras que los próstilo solo las tenían en la fachada principal. Cada tipo respondía al presupuesto y la importancia del dios al que se dedicaba.

Truco de examen: Recuerda que "díptero" significa doble fila de columnas, como "díptico" significa doble panel.

Los órdenes arquitectónicos

Los tres órdenes griegos - dórico, jónico y corintio - son como los "estilos" básicos de la arquitectura clásica. Cada uno tenía su propia personalidad y se usaba según el mensaje que se quería transmitir.

El orden dórico era el más simple y masculino, perfecto para templos dedicados a dioses guerreros. Sus columnas no tenían basa y el capitel era muy sencillo con un equino y un ábaco. El orden jónico era más elegante y femenino, con sus características volutas en el capitel y columnas más esbeltas. El corintio era el más decorativo, con hojas de acanto talladas en el capitel.

El entablamento (la parte que va encima de las columnas) también cambiaba según el orden. En el dórico tenías triglifos y metopas que creaban un ritmo visual muy característico.

Tip visual: Piensa en los órdenes como personalidades: dórico = fuerte y simple, jónico = elegante y refinado, corintio = lujoso y decorativo.

Periodo arcaico (siglos VII-VI a.C.)

El periodo arcaico fue cuando los griegos empezaron a experimentar con la arquitectura monumental en piedra. Antes construían con madera y adobe, pero ahora querían algo que durara para siempre.

En esta época nacieron los órdenes dórico y jónico, aunque todavía estaban perfeccionando las proporciones. Los templos arcaicos eran más macizos y pesados que los posteriores, pero ya mostraban esa búsqueda de la perfección que caracterizaría a los griegos.

Es el momento en que cada región desarrolló su propio estilo: los dorios en el Peloponeso y Magna Grecia preferían líneas más severas, mientras que los jonios en las islas del Egeo apostaban por mayor elegancia.

Contexto histórico: Este periodo coincide con el nacimiento de las ciudades-estado griegas y su expansión por el Mediterráneo.

Templo de Apolo en Delfos

Delfos era el centro religioso más importante de Grecia - aquí estaba el famoso oráculo que consultaban desde reyes hasta ciudadanos comunes. El templo de Apolo dominaba toda la ladera del monte Parnaso.

El templo que vemos hoy es en realidad una reconstrucción, porque el original se destruyó en un terremoto. Era un templo dórico períptero que seguía las proporciones clásicas del orden dórico arcaico.

La ubicación era espectacular: construido en una ladera con vistas al valle, rodeado de tesoros que las diferentes ciudades griegas habían construido para almacenar sus ofrendas a Apolo.

Curiosidad: En el frontón del templo estaba escrito "Conócete a ti mismo", una de las máximas más famosas de la filosofía griega.

Templo de Hera en Olimpia

Olimpia no era solo el lugar de los Juegos Olímpicos - también albergaba uno de los templos más antiguos de Grecia. El templo de Hera es especial porque nos muestra la evolución de los materiales constructivos griegos.

Originalmente se construyó con columnas de madera que se fueron sustituyendo por piedra a lo largo de los siglos. Por eso, si lo visitaras hoy, verías que cada columna es ligeramente diferente - ¡un museo de la evolución del orden dórico!

Era un templo dórico hexa-estilo (seis columnas en la fachada) y tenía una importancia especial porque aquí se encendía la antorcha olímpica. La esposa de Zeus merecía un templo digno en el santuario más importante del Peloponeso.

Dato deportivo: Aquí se celebraron los Juegos Hereos, competiciones atléticas exclusivas para mujeres en honor a Hera.

Templo de Poseidón en Paestum

Paestum, en el sur de Italia, conserva algunos de los templos griegos mejor preservados del mundo. El llamado "templo de Poseidón" (aunque probablemente era de Hera) es una joya del dórico arcaico tardío.

Sus proporciones son casi perfectas y muestra la madurez que había alcanzado el orden dórico a mediados del siglo V a.C. Las columnas tienen esa ligera curvatura (éntasis) que hace que parezcan más esbeltas y dinámicas.

Lo que más impresiona es su estado de conservación: puedes caminar entre sus columnas y sentir exactamente lo mismo que un griego del siglo V a.C. La Magna Grecia (sur de Italia) nos ha regalado estos tesoros arquitectónicos únicos.

Ventaja de estudiar: Paestum es perfecto para entender la arquitectura griega porque puedes ver tres templos de diferentes épocas en el mismo sitio.

Templo de Atenea Afaya en Egina

La isla de Egina nos regaló uno de los templos más elegantes del periodo arcaico tardío. El templo de Atenea Afaya marca la transición hacia el estilo clásico que dominaría el siglo V a.C.

Sus esculturas frontales son especialmente importantes porque muestran la evolución del arte griego: las figuras ya no son rígidas como en el arcaico temprano, sino que empiezan a mostrar movimiento y expresión natural.

La ubicación del templo es estratégica: desde aquí se pueden ver tanto el Partenón de Atenas como el templo de Poseidón en el cabo Sunión. Era como un triángulo sagrado que protegía el golfo Sarónico.

Detalle técnico: Las columnas ya muestran las proporciones que serán perfeccionadas en el Partenón: más esbeltas y armoniosas que los primeros templos dóricos.

Periodo Clásico (siglos V-IV a.C.)

El periodo clásico es cuando los griegos alcanzaron la perfección arquitectónica absoluta. Aquí nacieron obras como el Partenón, que todavía hoy consideramos la cumbre de la belleza arquitectónica.

En esta época, los arquitectos ya dominaban completamente las proporciones de los órdenes clásicos y empezaron a experimentar con correcciones ópticas. Sabían que las líneas perfectamente rectas parecen curvadas al ojo humano, así que curvaban ligeramente sus edificios para que parecieran perfectos.

Es el momento de Ictinos, Calícrates y Fidias - los arquitectos y escultores que crearon las obras maestras de la Acrópolis ateniense. Su influencia llegará hasta nosotros a través del arte romano y renacentista.

Legado actual: Las técnicas y proporciones del periodo clásico siguen siendo la base de la arquitectura occidental - desde el Capitolio de Washington hasta el Banco de España.