El declive: taifas, invasiones y el reino de Granada
Tras la muerte de Almanzor, Al-Andalus se fragmentó en reinos de taifas (1031). Llegaron a existir hasta 39 pequeños estados que se debilitaron mutuamente y tuvieron que pagar parias (tributos) a los reinos cristianos para evitar ataques.
La conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085 fue un golpe devastador que llevó a las taifas a pedir ayuda al norte de África. Los almorávides (1086-1147) y después los almohades (1147-1212) intentaron reunificar Al-Andalus, pero su derrota en las Navas de Tolosa (1212) marcó el fin de su dominio.
El reino nazarí de Granada (1243-1492) fue el último reducto musulmán. Sobrevivió tanto tiempo gracias a su habilidad diplomática, la debilidad temporal de los cristianos, la llegada masiva de población andalusí y su complicada geografía montañosa.
El reino alcanzó su máximo esplendor en el siglo XIV con la construcción de la Alhambra. Sin embargo, los conflictos internos entre Boabdil, su padre y su tío facilitaron la conquista definitiva por los Reyes Católicos en 1492.
💡 Conexión con hoy: El legado andalusí sigue presente en nuestra arquitectura, sistemas de riego, gastronomía y toponimia, especialmente en el sur y levante español.