La Fragmentación: Taifas e Imperios Africanos (1031-1492)
Tras la caída del califato, Al-Andalus se fragmentó en 26 taifas que, aunque mantuvieron una gran riqueza cultural, eran militarmente débiles. Los reinos cristianos empezaron a cobrarles parias (tributos) y a presionar hacia el sur.
Cuando Alfonso VI tomó Toledo, las taifas pidieron ayuda a los almorávides (1090-1145), tribus bereberes del norte de África con una visión rigorista del Islam. Derrotaron a Alfonso VI en Sagrajas y unificaron las taifas, pero acabaron fragmentándose otra vez.
Después llegaron los almohades (1175-1231), que pusieron su capital en Sevilla y construyeron la Giralda. Su fin llegó con la derrota en la batalla de Navas de Tolosa en 1212, que abrió el camino a la conquista cristiana.
El último reducto musulmán fue el Reino Nazarí de Granada (1238-1492), famoso por la construcción de la Alhambra. Los conflictos internos lo debilitaron hasta que los Reyes Católicos tomaron Granada el 2 de enero de 1492, poniendo fin a 800 años de presencia musulmana.
Legado impresionante: Aún conservamos miles de palabras árabes (alcohol, algodón, alfombra), sistemas de riego, monumentos como la Alhambra, y figuras como Averroes y Maimónides que influyeron en toda Europa.