La vegetación: maestras de la supervivencia
Las plantas mediterráneas son auténticas supervivientes que han desarrollado estrategias increíbles para aguantar sequías, calor extremo y suelos pobres. Dependiendo de si el bosque original se ha conservado o degradado, encontramos diferentes formaciones.
El bosque mediterráneo está dominado por la encina, el árbol más resistente que puedas imaginar: aguanta sequías brutales y crece hasta en los suelos más pobres hasta los 1000 metros. El alcornoque es más exigente, necesita algo más de lluvia (600 mm) y prefiere suelos arenosos, pero nos da el corcho.
Cuando el bosque se degrada, aparecen las formaciones de matorral. La maquia es un matorral alto y denso con jaras y lentiscos. La garriga es más baja y dispersa, llena de plantas aromáticas como tomillo y romero. En las zonas más áridas tenemos la estepa, con hierbas y arbustos espinosos como el esparto.
Truco para el examen: Recuerda la secuencia: bosque → maquia → garriga → estepa. Cada paso representa mayor degradación y menor humedad.