Factores que moldean nuestros ríos
¿Te has preguntado por qué los ríos del norte son tan diferentes a los del sur? La respuesta está en cinco factores clave que actúan como "directores de orquesta" de nuestra red fluvial.
El relieve y la topografía son fundamentales: la inclinación del terreno determina si un río erosiona mucho o poco, mientras que las montañas altas recogen más lluvia y aportan más caudal. El tipo de roquedo también importa: las rocas permeables "se tragan" el agua, mientras que las impermeables la mantienen en superficie.
El clima actúa como regulador principal, ya que las precipitaciones alimentan los ríos y las temperaturas controlan cuánta agua se evapora. La vegetación funciona como un "freno natural" que reduce la erosión y previene inundaciones.
Dato clave: El 69% de nuestros ríos desembocan en el Atlántico debido a que la Meseta se inclina hacia el oeste desde el Sistema Ibérico.
Por último, nosotros, los humanos, modificamos constantemente estos sistemas con embalses, presas y obras hidráulicas que alteran el comportamiento natural de los ríos.