Los mapa de cuencas hidrográficas de la Península Ibérica y Baleares representa una herramienta fundamental para comprender la distribución y características de los recursos hídricos en España. Este sistema hidrográfico se caracteriza por una marcada división entre las vertientes atlántica y mediterránea, cada una con sus propias particularidades en términos de caudal, régimen y aprovechamiento.
Los contrastes en el balance hídrico de cuencas atlánticas son especialmente notables, con ríos más caudalosos y regulares en el norte, como el Miño, Duero y Tajo, que se benefician de precipitaciones más abundantes y regulares. En contraste, las cuencas mediterráneas presentan ríos más cortos y con regímenes más irregulares, influenciados por la estacionalidad de las precipitaciones y la orografía del terreno. El análisis de ríos y balance hídrico en España revela importantes diferencias regionales en la disponibilidad y gestión del agua, con zonas de abundancia en el norte y noroeste, frente a áreas de escasez en el sureste peninsular.
La gestión de estos recursos hídricos se ha convertido en un aspecto crucial para el desarrollo sostenible del país. Las diferentes cuencas hidrográficas enfrentan desafíos específicos: mientras que las cuencas atlánticas deben gestionar grandes volúmenes de agua y prevenir inundaciones, las mediterráneas se centran en la optimización del uso del agua y la prevención de la escasez. Esta realidad ha llevado al desarrollo de infraestructuras hidráulicas como embalses, trasvases y sistemas de regadío, que buscan equilibrar la disponibilidad de agua entre las diferentes regiones y garantizar el suministro para usos agrícolas, industriales y urbanos.