Transcripción alternativa:

favorecen la abundancia de bosques caducifolios (hayas y robles) y los prados que favorecen la ganadería. Al nacer en la montaña, los ríos son cortos, caudalosos y regulares. Dominio natural de montaña Se da en los territorios situados por encima de los 1000 m de altitud. Su relieve se caracteriza por poseer fuertes pendientes, con suelos poco evolucionados debido a la erosión. Las precipitaciones suelen ser abundantes, dando lugar a la existencia de una gran vegetación, que se organiza de forma escalonada: bosques en las zonas bajas, matorrales a medida que bajan las temperaturas y pradera o roca desnuda en las zonas más frías. Los ríos en la alta montaña tienen régimen nival, mientras que en las montañas de menor altura suele ser pluvio-nival. Dominio natural mediterráneo Se halla al sur del paisaje oceánico, además de en Baleares, Ceuta y Melilla. En la costa ofrece un relieve de depresiones y cordilleras exteriores, mientras que en el interior abundan las mesetas rodeadas por montañas. Predominan por un lado suelos silíceos de tierra parda, poco fértiles pero útiles para la ganadería; por otro, los suelos calizos de tierra rojiza y los arcillosos de tierra oscura, ambos muy fértiles y buenos para la agricultura. Las precipitaciones son escasas y moderadas, irregulares con sequía en verano, lo que hace que predomine el bosque perennifolio, el matorral y la estepa. Los ríos de la vertiente atlántica son largos, caudalosos y regulares; en la vertiente mediterránea son cortos y muy irregulares, salvo en Ebro. 201 Dominio natural canario El relieve es volcánico, con suelos poco evolucionados, pero fertilizados por la ceniza volcánica. En las zonas bajas y hay precipitaciones escasas e irregulares, si bien aumentan con la altura. La vegetación es endémica de las islas, organizándose en pisos. Predominan arroyos y acuíferos. 2. LOS PAISAJES HUMANIZADOS 2.1. Condicionantes del paisaje humanizado El medio natural influye sobre las personas de varios modos: proporciona recursos para satisfacer las necesidades humanas, pero también entraña ciertos riesgos y condiciona las actividades. Por esa razón, los paisajes o dominios humanizados dentro de España van a diferenciarse dependiendo de una serie de características: ● ● ● ● El relieve: Influye en el poblamiento, afecta a los transportes y potencia ciertas actividades económicas, principalmente la agricultura, la minería y el turismo. En realidad, no hay un relieve que se considere mejor que otro, sino que todo dependerá de las necesidades, la tecnología y los gustos de cada época. El clima: Las zonas con climas extremos (como los de montaña o con sequía extrema) son menos atractivos para habitar y dificultan la agricultura, mientras que aquellos que poseen climas más suaves resultan más atrayentes y ofrecen mejores posibilidades de explotación económica. No obstante, las fuentes de energía renovables y limpias, como la eólica, la hidráulica o la solar, pueden aprovechar los climas más duros. El turismo también puede poner en valor zonas que, de otra manera, tendrían muy poco interés económico. El agua: Es indispensable para la población y las actividades económicas, y algunas zonas se ven amenazadas por un excesivo uso de agua, ya sea debido a una agricultura poco avanzada o a un aumento de población en ciertas épocas del año. La vegetación: Proporciona recursos a la población local, puede tener una explotación turística y ayuda, por lo tanto, a crear empleo y mantener a la población en el medio rural. Además, la vegetación ayuda a proteger y mejorar el medio ambiente, ya que disminuye la contaminación atmosférica, actúa como pantalla contra el ruido, evita con su sombra la evaporación del agua y protege de la pérdida de suelo debido a la lluvia. El suelo: Es el soporte sobre el que se desarrolla la vida vegetal y animal, lo que tradicionalmente ha condiciona el poblamiento, ya que la población elegía zonas de suelos fértiles y ha empleado para construir sus casas materiales del entorno. De igual modo, las edificaciones condicionan el tipo de infraestructuras: los suelos arcillosos pueden provocar deslizamientos, mientras que los calizos dan lugar a socavones. Riesgos naturales: Además de lo anteriormente visto, hay zonas que tienen tendencia a sufrir a causa de desastres naturales, como seísmos, erupciones volcánicas, sequías e inundaciones. Esto puede disuadir de poblar una zona o darle características particulares. 2.2. Los paisajes rurales de España Los dominios o paisajes que mejores muestran el impacto de la humanidad son los paisajes rurales, ya que en ellos lo natural y las transformaciones humanas se complementan. Sus características son: Dominio humanizado oceánico Destacan los prados, separados por cercas de piedra o setos, utilizados para que el ganado paste. Por contra, la agricultura ocupa poca superficie, prefiriéndose productos de origen americano más adecuado al clima, como el maíz o la patata. La población rural aparece dispersas en casas aisladas o pequeños pueblos, donde las viviendas suelen tener grandes ventanales para que entre el poco sol y tejados inclinados para protegerlo de las abundantes precipitaciones. Dominio humanizado costero mediterráneo HER Los cultivos tienden a ser de secano (cereales, olivos y viñedos), mientras que la ganadería es bovina en las montañas y ovina en la llanura. La Abunda la agricultura de invernadero y el regadío, con agricultura porcina y avícola intensiva en granjas. Dominio humanizado interior mediterráneo Es la zona más seca, lo que sumado al predominio de la agricultura y la ganadería extensivas ha hecho desaparecer la mayor parte de las grandes masas forestales. Las casas tradicionales se orientan al sur y tienen pocas ventanas, protegiéndose así del calor del verano; los tejados son panos o poco inclinados, pues las lluvias son escasas. En general es una zona muy poblada, donde encontramos grandes ciudades, zonas industriales y densas áreas turísticas, con hoteles, apartamentos, etc. Esto también fomenta la abundancia de sistemas de comunicaciones, como carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. población rural vive concentrada en pueblos grandes, separados entre sí, cuya población se ha reducido debido a la migración a otras zonas. Dominio humanizado canario Dominio humanizado de montaña La agricultura de productos tropicales y el pastoreo tienen gran importancia en las zonas de costa y tierras mediana altura. Debido al relieve volcánico, se cultiva en terrazas (para retener el suelo) y se cultiva sobre arenas volcánicas. En la costa hay una gran cantidad de ciudades, urbanizaciones, puertos y carreteras, fruto de la importancia turística del archipiélago. No obstante, las zonas más altas están menos pobladas y suelen tener menos interés turístico, además de existir, en ocasiones, riesgo de erupciones volcánicas. Además, son zonas menos fértiles. Se trata de un medio físico extremo debido a la altura, el clima y las pendientes. Eso hace que la población esté dispersa o se agrupe en pueblos de reducido tamaño, con pequeñas explotaciones agrícolas que se adaptan a las condiciones y un predominio de la ganadería bovina, caprina y ovina. Las viviendas están adaptadas para el intenso frío, que limita el tiempo en el exterior desplazamientos. y los 3. EFECTOS DE LA ACCIÓN HUMANA 3.1. La intervención humana en la naturaleza La intervención de los seres humanos sobre la naturaleza tiene una doble dimensión, pues si bien es cierto que por una parte ocasiona problemas medioambientales, también intenta desarrollar políticas encaminadas a combatirlos y proteger los espacios naturales. En general, los problemas medioambientales son provocados por la explotación del medio por encima de su capacidad de regeneración, la contaminación y la destrucción de elementos medioambientales. Los países empiezan a tomar conciencia de ello sobre todo a partir de 1970, diseñando políticas específicas y reformando sus leyes para proteger el medioambiente, por ejemplo con la creación de nuevos tipos de delitos, como los delitos ecológicos. El objetivo de las políticas medioambientales es alcanzar un desarrollo sostenible, que se entiende como un uso racional de los recursos que permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, pero preocupándose más por permitir que las generaciones futuras puedan disfrutar de esos recursos que por el beneficio económico inmediato. No obstante, la lentitud de la legislación, las diferencias y faltas de acuerdo entre países, y los intereses económicos hacen que estas políticas no sean tan efectivas como debieran. Construcciones en zonas de costa que contravienen la legislación española, pero que igual se han levantado y aguantas sin ser demolidos. 3. 2. Alt ón del relieve El relieve puede verse afectado por diversos motivos, como las minas y canteras, las infraestructuras de transporte, creación de edificios turísticos en plena costa y el uso de la arena de la playa para la construcción. Esto puede tener un impacto estético que afee el paisaje y le reste valor económico, pero también tiene efectos más graves, como por ejemplo en las playas, que retroceden y desaparecen, incrementando el nivel del mar. La solución a este problema es doble: por un lado, la protección legal de las costas, por otro la restauración de los espacios geológicos alterados, favoreciendo la explotación sostenible. 3.3. Alteración de las aguas La acumulación de escombros y basura, la construcción de urbanización e infraestructuras en la rivera de los ríos pueden tener un efecto inesperado: la alteración del cauce de algunos tramos fluviales, dejando sin acceso al agua a una región, con la consecuencia que ello tiene para la vegetación y los animales. Igual de problemática es la sobreexplotación de las aguas, tanto las superficiales como las subterráneas, debido al consumo para usos agrarios, urbanos, industriales y turísticos. Como consecuencia, el caudal de algunos ríos desciende, los lagos y humedales reducen su superficie, y ciertos acuíferos se secan o se vuelven salados al penetrar agua marina. Finalmente, el vertido de los desechos agrícolas, industriales y urbanos puede contaminar las fuentes de agua, volviéndolas insalubres, destruyendo la vida vegetal, dañando a la animal y empeorando la calidad de vida de las personas. Las medidas de protección pasan por la limpieza de los cauces, la recuperación de la vegetación protectora de las riveras, el fomento de un uso racional del agua, un aumento de la vigilancia acompañado de leyes y planes de actuación. Sin embargo, todo esto es caro y lleva tiempo, y se enfrenta a poderosos intereses económicos en algunas zonas, como las turísticas. Pese a hallarse en una zona árida, los habitantes de esta urbanización de lujo disfrutan de un campo de golf y piscina, lo que provoca una sobreexplotación de los acuíferos. 3.4. Alteración atmosférica Las emisiones incontroladas de diversos gases industriales, sistemas de calefacción doméstico y sistemas de transporte a la atmósfera tienen como consecuencia la contaminación de la misma. El efecto más conocido de esta contaminación atmosférica suele ser la reducción de la capa de ozono, que aumenta la radiación solar recibida, provocando graves daños en la vida vegetal y animal, por ejemplo, provocándonos cáncer de piel y cataratas oculares. No obstante, existen otros perjuicios como son la lluvia ácida, que daña la vegetación y los edificios, o el cambio climático, que se produce por el aumento del efecto invernadero, provocando el aumento de las temperaturas, lo que a la larga provoca el aumento del nivel del mar, de los incendios forestales y la deforestación. Las soluciones no pueden ser individuales y requieren acuerdos entre los países industrializados. 3.5. Impacto ambiental El impacto ambiental se refiere a las repercusiones que tienen las alteraciones del Medio Ambiente sobre la salud y el bienestar de las personas, entiendo el bienestar de forma amplia: la estética del paisaje, el patrimonio cultural, la calidad de vida, etc. Como ya hemos visto, las alteraciones en el relieve, las aguas o la atmósfera tienen efectos nocivos, aunque hay impactos ambientales que resultan menos obvios, como es el caso de la contaminación acústica y la contaminación lumínica. La primera está causada por el tráfico y algunas actividades económicas (obras, discotecas, bares, etc.), y aunque a simple vista puede parecer una mera molestia, la exposición continuada puede provocar, entre otras cosas, dolores de cabeza, ansiedad, cansancio, agresividad o insomnio. Para solucionar estos problemas, España cuenta con una Ley del Ruido, que obliga a una mayor planificación urbanística, a establecer ciertos horarios y a la insonorización de ciertos locales. La contaminación lumínica se debe a la emisión de luz artificial de una potencia superior a la necesaria durante la noche, lo que provoca el brillo del cielo nocturno y ocasiona daños a los ecosistemas nocturnos, produce un gasto innecesario de energía, dificulta el tráfico aéreo y, ya puestos, nos impide ver las estrellas, que es una forma de impacto sobre la estética del paisaje. Para combatir estos excesos de luz se emplean farolas de menor potencia o que dirigen la luz hacia un punto concreto.