Evolución Geológica de España
La historia de nuestro relieve es como una película de 4.000 millones de años que podemos resumir en cinco grandes actos. Cada era geológica ha dejado su huella en el paisaje que vemos hoy.
Durante el Precámbrico y Paleozoico, España era irreconocible. La orogénesis herciniana creó las primeras cordilleras (que ahora son nuestros zócalos), mientras que el mar cubría gran parte del territorio. Los materiales silíceos que vemos en Galicia y el Sistema Central son testigos de esa época.
El Mesozoico fue una era de calma: las montañas hercinianas se erosionaron completamente y se depositaron sedimentos calizos en mares poco profundos. Esta tranquilidad geológica preparó el escenario para el gran espectáculo que vendría después.
La era Terciaria fue el momento álgido: la orogénesis alpina levantó los Pirineos y las Béticas, inclinó la Meseta hacia el oeste, y creó las depresiones del Ebro y Guadalquivir. Durante el Cuaternario, el glaciarismo esculpió los paisajes de alta montaña, creando circos, valles en U y morrenas que aún podemos admirar.
Recuerda: Cada era ha contribuido a crear la diversidad geológica que hace único el relieve español.