Transformaciones políticas en la España del siglo XIX
La desamortización de Mendizábal (1836-1837) consistió en la expropiación y venta de propiedades de la Iglesia. El gobierno buscaba obtener fondos para el Estado, financiar la guerra contra los carlistas y crear una clase de propietarios leales al liberalismo. Aunque tuvo impactos importantes, no solucionó todos los problemas económicos del país.
El Sexenio Democrático (1868-1874) representó un periodo de experimentación política tras derrocar a Isabel II. Durante estos años se promulgó la Constitución de 1869, que estableció una monarquía democrática, y se trajo a Amadeo I como rey, quien acabaría abdicando por falta de apoyo. Los conflictos internos (levantamientos cantonales) y externos (Guerra de Cuba) debilitaron este sistema.
La Primera República Española (1873-1874) fue un breve experimento republicano caracterizado por una extrema inestabilidad (cuatro presidentes en menos de un año) y fuertes divisiones entre federalistas y unitarios. Este periodo terminó con el Golpe de Estado de Pavía, dando paso a la Restauración Borbónica.
💡 ¿Sabías que...? El sistema de la Restauración, conocido como "turnismo pacífico", fue diseñado para evitar los pronunciamientos militares que habían caracterizado la política española anterior, estableciendo una alternancia pactada entre los partidos conservador y liberal.
La Restauración (1875-1931) trajo de vuelta la monarquía con Alfonso XII y estableció un sistema político basado en el turnismo entre conservadores y liberales, ideado por Cánovas del Castillo. La Constitución de 1876 estableció una monarquía constitucional, y aunque hubo desarrollo económico e industrial, las desigualdades persistieron. El sistema entró en crisis a principios del siglo XX, llevando a la dictadura de Primo de Rivera y finalmente a la Segunda República.