Los Imperios Plurinacionales: Gigantes con Pies de Barro
Los imperios plurinacionales Ruso,Austro−HuˊngaroyOtomano eran gigantes territoriales con un problema común: su gran diversidad étnica, nacional y religiosa los hacía muy inestables, y su atraso económico y político los debilitaba frente a las potencias industrializadas.
El Imperio Austro-Húngaro bajo Francisco José I (1848-1916) era un puzle de nacionalismos: checos, alemanes, croatas, eslovenos, polacos... Tras las revoluciones de 1830 y 1848, tuvo que crear la monarquía dual, separando administrativamente Austria de Hungría, aunque manteniendo el control de política exterior, ejército y hacienda.
El Imperio Ruso aplicó la rusificación: imponer la cultura rusa a todas las naciones del imperio. Abolió la esclavitud, se industrializó parcialmente y construyó el Transiberiano (la línea férrea más larga del mundo). Pero las hambrunas constantes, crisis económicas y guerras perdidas comolaguerraruso−japonesa crearon un descontento popular enorme.
El Imperio Otomano era un estado teocrático donde el sultán era también califa (líder religioso). Su gran expansión geográfica era más teórica que real, ya que muchas provincias se autogobernaban. Su diversidad étnica, lingüística y religiosa alimentó nacionalismos como el griego y el eslavo.
Para el examen: Estos imperios plurinacionales representan el fracaso del modelo tradicional ante las ideas modernas de nación-estado y democracia liberal.