La Sociedad Feudal: Una Pirámide de Poder
¿Te imaginas vivir en una sociedad donde tu trabajo y derechos dependían de dónde nacieras? Así funcionaba el sistema feudal, dividido en tres grupos súper claros que no podían cambiar de posición.
En la cima estaban los privilegiados: la nobleza (que luchaba en las guerras) y el clero (que vivía en monasterios rezando). Estos grupos no trabajaban, no pagaban impuestos y tenían todos los derechos. El rey, los duques, condes, obispos y cardenales formaban la élite más poderosa.
Abajo del todo estaba el pueblo, principalmente campesinos que trabajaban de sol a sol, pagaban impuestos y prácticamente no tenían derechos. Los hidalgos, caballeros, sacerdotes y monjes ocupaban posiciones intermedias en esta jerarquía súper rígida.
¡Dato curioso! Si nacías campesino, morías campesino. No existía la movilidad social como hoy en día.
Las relaciones de vasallaje conectaban a todos estos grupos: el rey protegía a los nobles a cambio de ayuda militar, y los nobles protegían a los campesinos a cambio de trabajo e impuestos. Era como una cadena de favores y obligaciones que mantenía unida toda la sociedad.
La servidumbre ataba a los campesianos a la tierra para siempre. Si el señor vendía sus tierras, ¡los campesinos se iban incluidos en la venta como si fueran objetos! Tenían que trabajar las tierras del señor, pagar impuestos y entregar parte de sus cultivos.