La Revolución Francesa: Cuando el Pueblo Dijo "Basta"
En 1789, Francia estaba al borde del colapso. La burguesía quería poder político, los campesinos no podían ni comer por los altos impuestos, y mientras tanto los nobles y el clero seguían sin pagar nada.
El rey Luis XVI convocó los Estados Generales para intentar que los privilegiados pagaran impuestos, pero estos se negaron. El Tercer Estado, harto de la situación, formó su propia Asamblea Constituyente y juró dar una constitución a Francia.
El 14 de julio de 1789 el pueblo parisino asaltó la Bastilla, símbolo del absolutismo. Esta fecha se convirtió en el día nacional francés. La Asamblea abolió los derechos feudales y aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadán.
En 1791 se promulgó la primera Constitución francesa, estableciendo una monarquía parlamentaria con separación de poderes y sufragio censitario. Sin embargo, la resistencia de nobles, clero y el propio rey, junto con las guerras exteriores, radicalízó aún más la revolución.
¡Recuerda esto! La toma de la Bastilla no fue solo un ataque a una cárcel, sino el momento en que el pueblo francés decidió tomar las riendas de su destino.