La organización del Estado: La Monarquía Autoritaria
Los Reyes Católicos impulsaron importantes reformas institucionales dirigidas a centralizar y reforzar el poder real, especialmente en Castilla, donde el proceso fue más profundo que en la Corona de Aragón.
En Castilla crearon la Santa Hermandad (1476) para mantener el orden público y combatir el bandolerismo. Reorganizaron las finanzas haciendo más eficaz la recaudación de impuestos, lo que les permitió depender menos de las Cortes. También generalizaron el sistema de corregidores, que actuaban como representantes reales en las ciudades.
Una medida clave fue que Fernando el Católico asumió el control de las órdenes militares (Santiago, Calatrava y Alcántara), incorporando sus enormes recursos a la Corona. Además, reorganizaron el sistema de Consejos, destacando el Consejo de Castilla como máximo órgano de gobierno, y crearon nuevos como los de Aragón, Inquisición e Indias.
En el ámbito religioso, consiguieron del Papa el derecho de presentación de obispos, sometiendo así la Iglesia al poder real. Paralelamente, el cardenal Cisneros lideró una profunda reforma de las órdenes religiosas, especialmente los franciscanos, obligándoles a seguir sus reglas con mayor rigor.
En la Corona de Aragón las reformas fueron más limitadas por el respeto a los fueros y privilegios de los cuatro reinos. Aun así, introdujeron figuras como el virrey y extendieron la Inquisición. Destacan dos importantes intervenciones: la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486), que liberó a los campesinos catalanes (remensas) de los "malos usos", y la implantación del sistema de insaculación para elegir cargos en Barcelona.
💡 La creación de la Santa Hermandad fue revolucionaria: por primera vez existía una fuerza de orden público que podía actuar en todo el territorio, incluso en tierras de señorío. Esta institución representa perfectamente el nuevo poder de la monarquía frente a la nobleza.