La Industrialización Europea y la Nueva Sociedad de Clases
La Revolución Industrial transformó radicalmente el panorama europeo hacia 1850, estableciendo nuevos centros de poder económico y una estructura social completamente renovada. Los factores de la revolución industrial en Gran Bretaña se manifestaron principalmente en regiones como Lancashire y Yorkshire, que se convirtieron en núcleos fundamentales de la industria textil. Esta transformación no se limitó a Gran Bretaña, sino que se extendió por diversas regiones europeas, creando una red industrial interconectada.
Las transformaciones tecnológicas durante la revolución industrial generaron una nueva organización social basada en el sistema capitalista, que estableció una clara división entre capital y trabajo. Esta división dio origen a dos clases sociales principales: la burguesía, propietaria de los medios de producción, y el proletariado, que aportaba la fuerza de trabajo. A diferencia del antiguo sistema estamental, esta nueva estructura social permitía cierta movilidad basada en el poder económico.
Definición: El capitalismo industrial se caracteriza por la división entre quienes poseen los medios de producción (burguesía) y quienes venden su fuerza de trabajo (proletariado), estableciendo una relación económica basada en el salario.
El desarrollo industrial se concentró en zonas específicas, creando importantes centros manufactureros. En el Reino Unido, además de las regiones textiles, surgieron zonas especializadas en siderurgia y metalurgia. Francia desarrolló centros industriales en regiones como Le Creusot y Lyon, mientras que en la Confederación Germánica, la región del Ruhr se convirtió en un importante núcleo industrial.