El movimiento obrero: la lucha por la dignidad
Ante las terribles condiciones laborales, los obreros empezaron a darse cuenta de que solo uniéndose podrían cambiar su situación. Así nació el movimiento obrero, una lucha que continúa hoy en día por los derechos laborales.
Las primeras reacciones fueron violentas: el ludismo consistía en destruir las máquinas de las fábricas como forma de protesta. Aunque fue reprimido duramente, demostró la desesperación de los trabajadores.
El movimiento evolucionó hacia formas más organizadas con las Trade Unions (precedentes de los sindicatos actuales), asociaciones de trabajadores del mismo oficio que buscaban mejores condiciones. Aunque fueron declaradas ilegales y perseguidas, marcaron el inicio de la lucha sindical.
El cartismo intentó conseguir cambios por vía política enviando la "Carta del Pueblo" al Parlamento británico, pero fue rechazada. El socialismo utópico propuso que el Estado interviniera en la economía para proteger a los trabajadores.
A mediados del siglo XIX surgieron nuevas formas de lucha: el sindicalismo, la huelga general, ideologías revolucionarias como el Marxismo y el Anarquismo, y las Internacionales obreras que coordinaron la lucha a nivel mundial.
¡La unión hace la fuerza! Los derechos laborales que disfrutamos hoy son el resultado de décadas de lucha del movimiento obrero que comenzó en esta época.