Las causas de la Revolución Francesa
Durante el siglo XVIII, la Ilustración logró algunas reformas, pero el Antiguo Régimen solo caería con las revoluciones del siglo XIX. El conjunto de revoluciones del final del siglo XVIII y todo el siglo XIX se conocen como "revoluciones liberales burguesas”. La burguesía, que ya poseía el poder económico, quería conseguir el poder político y por ello lideró las revoluciones.
Los objetivos principales de las revoluciones eran: conseguir un sistema político liberal basado en la soberanía nacional y la división de poderes, apareciendo ambos en la constitución. Lograr una sociedad sin estamentos ni privilegios con la riqueza como criterio de organización de la población (sociedad de clases).
Etapas de la Revolución Francesa
La Revolución Francesa se divide en diferentes etapas. Durante la primera etapa, la Asamblea Nacional Constituyente proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, creó una monarquía constitucional y llevó a cabo una redistribución de tierras. La segunda etapa se caracterizó por el reinado del terror, mientras que la tercera etapa fue la del Directorio, un régimen político inestable.
Consecuencias de la Revolución Francesa
Las consecuencias de la Revolución Francesa fueron significativas. Por un lado, llevó a la abolición del Antiguo Régimen y la monarquía absoluta. Por otro lado, sentó las bases para el surgimiento del Estado moderno, basado en principios como la soberanía nacional y la división de poderes.
Las 13 colonias británicas en América del Norte estaban muy descontentas con su metrópoli, lo que llevó a un proceso de independencia. Este proceso estuvo marcado por la ausencia de representación en el parlamento inglés, la imposibilidad de expandirse hacia el Oeste americano, el aumento de impuestos, y las ideas ilustradas que estaban calando entre los colonos. Esto culminó con la Declaración de Independencia de EE. UU. de Gran Bretaña en 1776.
Los colonos, con apoyo francés y español, consiguieron la victoria y la independencia en 1783. La revolución estadounidense demostró que era posible llevar a la práctica las ideas de la Ilustración.
Las revoluciones liberales burguesas del siglo XIX surgieron debido a la crisis social, el crecimiento demográfico, la crisis económica, el deseo de poder político de la burguesía, las ideas ilustradas y la crisis agraria. El tercer estado solicitó un cambio en el sistema de votación, pero su petición fue rechazada, lo que llevó al estallido de las revoluciones.
Tras la caída de Napoleón Bonaparte, se estableció un periodo conocido como la Restauración, en el que se restauró el poder de las monarquías absolutas en Europa. Este periodo estuvo marcado por la represión de los movimientos liberales y nacionalistas, así como por el restablecimiento del Antiguo Régimen. Sin embargo, la semilla de la revolución ya había sido sembrada y tarde o temprano daría frutos en forma de nuevos movimientos revolucionarios.