Las Revoluciones Liberales y los Nacionalismos
Las revoluciones de 1820, 1830 y 1848 extendieron el liberalismo por Europa. Las de 1820 fueron reprimidas, pero las de 1830 llevaron a los liberales al poder en muchos estados, empezando por Francia con Luis Felipe de Orléans.
Las revoluciones de 1848 fueron las más radicales y populares. En Francia se proclamó la Segunda República con sufragio universal masculino. Aunque la burguesía las reprimió, lograron importantes conquistas como constituciones escritas y la abolición de la servidumbre.
El nacionalismo ayudó a crear nuevos Estados. La unificación de Italia (1859-1870) fue dirigida por Piamonte-Cerdeña con líderes como Cavour y Garibaldi. La unificación de Alemania (1864-1871) la lideró Prusia con Bismarck, creando el Segundo Reich.
Los movimientos independentistas también triunfaron en muchas colonias americanas y algunos países europeos bajo control extranjero, aunque otros como Irlanda no lo lograron.
💡 Resultado final: La burguesía se convirtió en la gran ganadora de estas revoluciones, mientras que los grupos populares comenzaron a organizarse para enfrentarse al nuevo orden liberal.