El nacimiento del liberalismo
Las ideas ilustradas dieron lugar al liberalismo, una doctrina revolucionaria que transformó la política y la economía. Tiene dos caras que debes distinguir claramente para entender la sociedad moderna.
El liberalismo político estableció principios fundamentales: los ciudadanos tienen derechos inalienables (igualdad, libertad de expresión, religión), la soberanía nacional pertenece al pueblo, y este elige representantes mediante el sufragio. También defendía la separación de poderes para evitar la tiranía.
La Constitución se convierte en la ley suprema que garantiza derechos y limita el poder. El derecho de propiedad se considera sagrado y la economía debe basarse en el libre mercado sin intervención estatal.
Por su parte, el liberalismo económico o librecambismo, defendido por Adam Smith, propone que el mercado se regule solo mediante la ley de oferta y demanda. Si hay más demanda que oferta, los precios suben; si hay más oferta que demanda, bajan. El Estado no debe intervenir en la economía.
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