Durante los siglos XV y XVI, España y Portugal fueron protagonistas del colonialismo y el imperialismo. El imperialismo se caracterizó por la dominación económica y social, mientras que el colonialismo tuvo causas como la búsqueda de materias primas, la necesidad de nuevos mercados y la carrera colonial para aumentar el prestigio del imperio.
Tipos de colonias
En el ámbito económico, se distinguieron las colonias de explotación, donde se extraían recursos, y los dominios, donde una minoría blanca gobernaba a la mayoría indígena. Estas diferencias provocaron conflictos coloniales en países como Túnez, Egipto, Marruecos y en territorios asiáticos como China y Japón.
Situación geopolítica
En el año 1870, se evidenciaron tensiones y conflictos entre las potencias europeas. Gran Bretaña se encontraba aislada, Francia estaba en una situación desfavorable, Rusia buscaba expandir su comercio y Alemania se perfilaba como el árbitro de Europa. Estas tensiones desembocaron en alianzas y conflictos que desencadenaron la Primera Guerra Mundial.
Los sistemas bismarckianos
El Canciller Otto von Bismarck implementó varios sistemas de alianzas para mantener la paz en Europa, pero los conflictos en los Balcanes y otros territorios provocaron rupturas y tensiones entre las potencias. La búsqueda de influencia en los Balcanes generó alianzas y conflictos entre Alemania, Rusia, Francia, Italia y otros países europeos.
Las consecuencias
Estas tensiones geopolíticas y económicas desencadenaron la Primera Guerra Mundial, un conflicto que marcó un antes y un después para el colonialismo y el imperialismo europeo. Las rivalidades por el control de colonias y territorios llevaron a un enfrentamiento que cambió el mapa político y social del mundo. Las consecuencias políticas, económicas y sociales de esta guerra fueron profundas y duraderas.