La Revolución Industrial El Gran Cambio
¿Te imaginas un mundo sin fábricas, sin electricidad y donde la mayoría trabajaba en el campo? Así era la vida antes de la Revolución Industrial, que comenzó en Gran Bretaña y después se extendió por todo el mundo.
Este proceso tuvo dos fases principales. La primera (1780-1850) se centró en Reino Unido, desarrollando la industria textil y siderúrgica con el carbón como fuente de energía. La segunda fase (1850-1914) se expandió a Alemania y Estados Unidos, incorporando la electricidad y el petróleo.
Para que todo esto fuera posible, se necesitaban condiciones específicas. Los cambios demográficos trajeron más trabajadores y consumidores, mientras que las mejoras agrícolas liberaron mano de obra que se trasladó a las fábricas. Políticamente, las revoluciones liberales eliminaron privilegios y garantizaron la libertad de comercio.
¡Importante! El sistema capitalista reemplazó al feudalismo. La burguesía industrial poseía las fábricas, mientras que los trabajadores (proletariado) solo tenían su fuerza laboral para vender a cambio de un salario. El liberalismo económico de Adam Smith defendía que el Estado no debía intervenir en la economía.