Ganadería, pesca e industria
La ganadería española se adapta al territorio: vacuno y ovino en montañas, cerdo en llanuras. España lidera la producción porcina europea, pero enfrenta desafíos de sostenibilidad, bienestar animal y gestión de residuos. La ganadería extensiva tradicional compite con sistemas intensivos más productivos pero menos sostenibles.
La actividad pesquera mantiene la tradición en puertos como Vigo, Huelva y Barcelona. Especies como atún, merluza y anchoas sustentan una industria importante, pero la sobrepesca, competencia ilegal y agotamiento de recursos amenazan el sector. Las políticas europeas imponen cuotas para garantizar sostenibilidad.
La evolución industrial española comenzó tarde (siglo XIX) con textiles y minería en Cataluña y País Vasco. Tras la Guerra Civil, la autarquía ralentizó el desarrollo hasta la apertura de los años 60. La industrialización se concentró en el norte y Levante, creando grandes polos productivos.
Transformación: De país agrícola a potencia industrial europea en menos de un siglo.
La industria actual se diversifica en automoción, química, alimentaria y tecnología. Fábricas en Barcelona, Valladolid y Vigo producen para exportación mundial. Sin embargo, globalización y deslocalización reducen empleos, mientras la digitalización transforma procesos productivos.
Las repercusiones ambientales históricas incluyen contaminación en País Vasco, cuenca del Ebro y Cataluña. Actualmente, la transición hacia economía verde prioriza tecnologías limpias, energías renovables y reducción de huella de carbono, aunque persisten desafíos en sectores dependientes de combustibles fósiles.