Revolución Francesa
Francia en el siglo XVIII era una bomba a punto de explotar. El régimen absolutista del rey tenía al país en bancarrota, las malas cosechas provocaban hambre y la burguesía estaba harta de no tener derechos políticos a pesar de su poder económico.
Todo comenzó con los Estados Generales, donde cada estamento tenía un voto. La burguesía reclamó el voto por persona, lo que desató el conflicto. A partir de ahí, Francia pasó por tres etapas clave: la Monarquía Constitucional (1791-1792), la Primera República con La Convención (1792-1795), y la República del Directorio (1795-1799).
Los logros fueron impresionantes: la primera constitución francesa, la separación de poderes, la soberanía nacional y el sufragio censitario. Más tarde llegaron leyes sociales, el sufragio universal masculino y un ejército nacional. Esta revolución no solo cambió Francia, sino que inspiró movimientos democráticos en todo el mundo.
Dato curioso: La Revolución Francesa nos dio conceptos que usamos hoy como "izquierda" y "derecha" políticas, según dónde se sentaban los diputados en la Asamblea.