El Imperio Bizantino
Mientras Occidente se fragmentaba, el Imperio Bizantino mantenía viva la herencia romana en Oriente. Su sociedad estaba perfectamente jerarquizada: el basileus (emperador) en la cima, seguido del patriarca de Constantinopla, el clero y la nobleza, y finalmente artesanos, comerciantes y campesinos.
El imperio alcanzó su máximo esplendor con Justiniano y su esposa Teodora. Justiniano intentó reconstruir la unidad del antiguo Imperio Romano y recopiló todas las leyes en el famoso Código de Justiniano.
Sin embargo, las conquistas no duraron mucho. Con el tiempo, los turcos fueron conquistando territorios bizantinos hasta que en 1453, bajo el sultán Mehmet II, tomaron Constantinopla y el imperio desapareció definitivamente.
💡 Importante: El Cisma de Oriente (1054) separó para siempre la Iglesia católica romana de la ortodoxa bizantina.