El renacimiento cultural carolingio
Carlomagno no solo conquistó territorios, también quería conquistar el conocimiento. Reunió en su corte a los mejores sabios de Europa, como Alcuino de York, quien dirigió la famosa Escuela Palatina de Aquisgrán. Allí se formaban funcionarios y religiosos en las artes liberales: gramática, geometría, astrología y música.
Los monjes copistas fueron héroes silenciosos de la cultura. En monasterios y abadías copiaban libros a mano para evitar que se perdieran para siempre. Estos monjes inventaron la escritura carolina, redondeada y clara, que es el origen de nuestra letra minúscula actual.
Los libros medievales eran auténticas obras de arte. Los monjes los decoraban con miniaturas, pequeños dibujos que ilustraban los textos. Cada libro era único y requería meses de trabajo - ¡imagínate el valor que tenían cuando no existía la imprenta!
¡Increíble! Sin los monjes copistas habríamos perdido muchas obras clásicas de griegos y romanos que conocemos hoy.