España en el Siglo XVIII: Los Borbones y las Reformas
Cuando murió Carlos II en 1700, Felipe V (un Borbón francés) se convirtió en rey de España, trayendo el absolutismo francés. Esto provocó la Guerra de Sucesión (1701-1714) porque otras potencias europeas temían demasiado poder Borbón. Internamente, Castilla apoyó a Felipe V, mientras Aragón prefería al candidato austriaco.
Tras ganar la guerra, los Borbones impusieron los Decretos de Nueva Planta, uniformizando todo España según el modelo castellano. Eliminaron los fueros aragoneses y centralizaron totalmente el poder. Todo el poder residía en el rey, sin excepciones.
Carlos III fue el mejor ejemplo de monarca ilustrado español. Sin renunciar a su poder absoluto, hizo reformas importantes: creció la población, mejoró la producción agraria, se liberalizó el comercio con América y se modernizó la industria. Los ilustrados españoles colaboraron con la monarquía porque era la única manera de conseguir cambios.
¡Ojo al dato! Aunque hubo mejoras económicas, España seguía siendo fundamentalmente rural y estamental. La pobreza de los campesinos limitaba mucho el crecimiento porque no había demanda suficiente para los productos.