De las Abdicaciones de Bayona a las Guerras Carlistas
El Motín de Aranjuez dividió España en dos bandos: los absolutistas (que apoyaban a Fernando VII) y los ilustrados (partidarios de Carlos IV). Fernando VII aprovechó la situación para quitarle el poder a su padre, que quería huir del país escondido en el palacio de Aranjuez.
Pero Napoleón tenía otros planes. En las Abdicaciones de Bayona (1808), José Bonaparte (conocido como "Pepe Botella") acabó siendo rey de España tras un lío de abdicaciones entre padre e hijo. Los españoles no aceptaron estos cambios impuestos por un extranjero.
Las Cortes de Cádiz crearon una constitución en 1812, pero cuando Fernando VII volvió al trono en 1814, la rechazó completamente. Su reinado se dividió en tres periodos clave: el sexenio absolutista, el trienio liberal y la década absolutista.
El gran problema llegó al final: Fernando VII quería que su hija Isabel fuera reina, pero la Ley Sálica impedía a las mujeres gobernar. La Pragmática Sanción eliminó esta ley, pero el pueblo se rebeló, dando inicio a la primera guerra carlista en 1833.
Recuerda: Estos conflictos marcaron el paso del Antiguo Régimen al liberalismo en España, un proceso nada fácil que duró décadas.