Características del Antiguo Régimen
El Antiguo Régimen dividía la sociedad en estamentos claramente diferenciados. Los privilegiados (nobleza y clero) poseían tierras, no pagaban impuestos y ocupaban altos cargos. La nobleza se beneficiaba de la ley de mayorazgo, mientras el clero recibía el diezmo y se dividía en alto clero (origen noble) y bajo clero (origen humilde).
Los no privilegiados incluían a campesinos, artesanos y la burguesía. Aunque algunos burgueses acumulaban riqueza, carecían de poder político. Este grupo soportaba la carga fiscal pagando impuestos, rentas y diezmos.
La economía era fundamentalmente agraria con métodos medievales como la rotación bienal o trienal y el barbecho. Se caracterizaba por su baja productividad y el autoconsumo. La mayoría de las tierras estaban en manos de la nobleza bajo el sistema señorial.
💡 ¿Sabías que? La Ilustración no solo criticó el sistema político sino que también impulsó el desarrollo científico, promoviendo la razón y el conocimiento como forma de mejorar la sociedad.
La monarquía absoluta concentraba todos los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) en el rey, justificada por la teoría del derecho divino. Luis XIV de Francia fue su máximo exponente. A finales del siglo XVIII, este sistema se extendía por toda Europa excepto en Inglaterra y Países Bajos, que desarrollaron monarquías constitucionales.
La Ilustración surgió como movimiento intelectual que cuestionaba el Antiguo Régimen. Sus principales pensadores fueron Locke (pacto social), Montesquieu (separación de poderes), Voltaire (derechos individuales) y Rousseau (soberanía popular). Como respuesta parcial, surgió el despotismo ilustrado donde los monarcas absolutos introducían algunas reformas sin renunciar a su poder, bajo el lema "todo para el pueblo, pero sin el pueblo".