La Península Ibérica entre Europa y África
La península ibérica se encuentra entre Europa y África, bañada por el mar Mediterráneo y el océano Atlántico.
Los Pueblos Prerromanos
A inicios del año 1000 a.C, existían dos pueblos principales, aunque se cree que en realidad eran 4. Estos pueblos eran los Celtas, provenientes de Europa y hablaban idiomas de origen indoeuropeo, y los Íberos, que se dedicaban principalmente a la agricultura y la ganadería.
Los Celtas se asentaron en la península alrededor del 1200 a.C y formaron tribus como los Galaicos, Astures, Cántabros, Vacceos, Celtíberos y Lusitanos. Por su parte, los Íberos construyeron casas rectangulares y se destacaban por su sociedad basada en el heroísmo y la aristocracia guerrera.
Los Celtiberos, Vascones y Pueblos Colonizadores
Los Celtiberos fueron una mezcla entre los Celtas del norte y los Íberos del levante, mientras que los Vascones descendían de tribus de agricultores preindoeuropeos. Además, fenicios, griegos y cartagineses llegaron a la península en busca de metales preciosos y para fundar colonias.
Los fenicios se establecieron en la costa andaluza, Murcia, Cádiz e Ibiza, los griegos por su parte, se ubicaron en la costa catalana y la valenciana, y los cartagineses fundaron Cartago Nova (Cartagena), convirtiéndose así en la capital de la península.
La Conquista Romana
La península ibérica pasó a ser conocida como Hispania tras la llegada de los romanos. Estos conquistaron la península en tres fases, derrotando a los pueblos locales como los lusitanos, celtíberos, cántabros y astures.
La Arquitectura Prerromana
Los pueblos prerromanos se destacaron por su excelente habilidad constructiva, basándose en la arquitectura griega y añadiendo elementos como el arco, la bóveda y la cúpula. Construyeron edificios religiosos, políticos, económicos, así como monumentos conmemorativos y obras públicas.
Destacan obras como el Anfiteatro de Arles, el Arco de Tito, el Coliseo, el puente romano de Córdoba, el Teatro de Mérida, el Acueducto de los Milagros, la Vía Apia, el Panteón de Agripa, entre otros.
Con la llegada de los romanos, la arquitectura prerromana dio paso a un nuevo periodo de esplendor y desarrollo cultural en la península ibérica.