Declive y Caída del Imperio Bizantino
El declive del Imperio Bizantino fue gradual pero inexorable. En el siglo VI, los lombardos expulsaron a los bizantinos del norte y centro de Italia, mientras que en el siglo VIII los visigodos los expulsaron de la al-ándalus etapas de la península ibérica. Los siglos VII y VIII fueron especialmente críticos, cuando los musulmanes conquistaron las costas de Siria, Palestina y el África mediterránea.
La economía bizantina, aunque más desarrollada que la de sus contemporáneos occidentales, se basaba principalmente en la agricultura. Las actividades artesanales mantuvieron en gran medida las técnicas de la época romana, y el comercio, aunque importante, se vio gradualmente reducido por la pérdida de territorios.
Ejemplo: El arte bizantino se caracterizó por sus iglesias de piedra con arcos de herradura, grandes bóvedas y una destacada orfebrería en oro y piedras preciosas, utilizada principalmente en objetos religiosos como cruces y coronas.
El territorio bizantino fue progresivamente ocupado por los turcos otomanos. Para el siglo XV, el otrora vasto imperio se había reducido prácticamente a su capital. El golpe final llegó en 1453, cuando Constantinopla cayó ante el asedio otomano, marcando el fin definitivo del último vestigio del Imperio Romano y de más de mil años de civilización bizantina.
Vocabulario: Basileus - Título del emperador bizantino que combinaba el poder militar y civil supremo.