Del relieve kárstico a los volcanes canarios
El área caliza forma una Z invertida por toda España, desde los Prepirineos hasta la Cordillera Subbética. La caliza es dura pero tiene un punto débil: se disuelve con el agua, creando el famoso relieve kárstico.
Esto significa cuevas espectaculares con estalactitas y estalagmitas, dolinas (pequeñas depresiones), gargantas como las Hoces del Duratón, y simas que conectan la superficie con galerías subterráneas.
El área arcillosa es la más suave y horizontal. Está en las grandes depresiones como las del Ebro y Guadalquivir, con materiales blandos que crean campiñas onduladas. Cuando llueve mucho en zonas áridas, se forman cárcavas y hasta paisajes llamados badlands.
Finalmente, el área volcánica brilla en Canarias, creada por un hot spot. Aquí encuentras conos volcánicos, calderas, malpaís (lava solidificada) y barrancos escarpados que hacen de las islas un laboratorio geológico único.
Para recordar: Cada tipo de roca crea su propio paisaje característico, desde los berrocales graníticos hasta las cuevas calizas y los volcanes canarios.