Estados de la materia y temperatura
Los estados de la materia dependen de cómo se organizan sus partículas. En un sólido, las partículas tienen forma y volumen fijos porque vibran pero mantienen posiciones fijas. En un líquido, las partículas pueden moverse más libremente, manteniendo el volumen pero adaptando su forma. En un gas, las partículas se mueven con tanta libertad que ni la forma ni el volumen son fijos.
La temperatura determina en qué estado encontramos una sustancia. Por debajo del punto de fusión (Pf), la sustancia es sólida. Entre el punto de fusión y el punto de ebullición (Peb), es líquida. Por encima del punto de ebullición, se convierte en gas. Cada sustancia tiene sus propios puntos de fusión y ebullición característicos.
Para trabajar con temperaturas en ciencia, a menudo necesitamos convertir entre grados Celsius y Kelvin. La relación es muy sencilla: K = °C + 273 y °C = K - 273. El kelvin es la unidad oficial en el Sistema Internacional, pero en nuestro día a día usamos los grados Celsius.
💡 Truco para recordar: La escala Kelvin nunca tiene valores negativos porque 0 K es el frío absoluto, la temperatura más baja posible donde las partículas prácticamente dejarían de moverse.