Lentes: Convergentes vs Divergentes
Las lentes son como los superhéroes de la óptica: cada tipo tiene su superpoder específico para manipular la luz. Hay dos grandes familias que debes conocer perfectamente.
Las lentes convergentes son más gruesas en el centro que en los bordes, como una lupa. Su superpoder es juntar todos los rayos de luz paralelos en un punto llamado foco. Tienen una distancia focal positiva y son las que se usan para corregir la hipermetropía.
Las lentes divergentes funcionan al revés: son más delgadas en el centro y separan los rayos de luz que las atraviesan. Su distancia focal es negativa y son perfectas para corregir la miopía. Piensa en ellas como el anti-lupa.
Tip práctico: Si alguna vez dudas del tipo de lente, fíjate en su forma: las convergentes "abrazan" la luz hacia el centro, las divergentes la "esparcen" hacia afuera.
Problemas de Visión: Miopía, Hipermetropía y Astigmatismo
Entender los defectos de la visión te ayudará a comprender por qué tanta gente necesita gafas y cómo funcionan exactamente. Es óptica aplicada a tu día a día.
La miopía significa que ves genial de cerca pero fatal de lejos. Ocurre porque tu ojo es demasiado largo o tu córnea demasiado curvada, así que la imagen se forma antes de llegar a la retina. Se corrige con lentes cóncavas (divergentes) que "estiran" los rayos de luz.
La hipermetropía es justo lo contrario: ves bien de lejos pero mal de cerca. Tu ojo es demasiado corto, así que la imagen se formaría detrás de la retina. Las lentes convexas (convergentes) solucionan este problema juntando más los rayos de luz.
El astigmatismo es el más raro: todo se ve borroso y distorsionado porque tu córnea no es perfectamente redonda. Se corrige con lentes cilíndricas que tienen diferentes potencias según la dirección.