Índice de Refracción
¿Te has preguntado por qué una cuchara parece doblarse cuando la metes en un vaso de agua? La respuesta está en el índice de refracción, un concepto súper útil que explica cómo se comporta la luz en diferentes materiales.
El índice de refracción (n) se calcula con la fórmula n = c/v, donde c es la velocidad de la luz en el vacío y v es la velocidad en el material. El aire tiene un índice muy cercano a 1, mientras que el agua tiene 1,33. Esto significa que la luz viaja un 25% más lenta en el agua.
Cuando la luz pasa de un medio a otro con diferente índice de refracción, cambia de dirección. Este fenómeno se llama refracción y es la base de cómo funcionan las lentillas, las gafas y incluso tus ojos.
Truco para recordar: Mayor índice de refracción = luz más lenta = mayor desviación. ¡Como si la luz fuera un coche frenando al entrar en una zona escolar!
Radioondas y Microondas
Tu día a día está lleno de radioondas y microondas sin que te des cuenta. Desde la música que escuchas en la radio hasta el WiFi que usas para ver series, estas ondas electromagnéticas son tus compañeras invisibles.
Las radioondas tienen frecuencias bajas (de kHz a GHz) y longitudes de onda largas. Se usan en radio, televisión, móviles y GPS. Su superpoder es que pueden atravesar paredes y edificios, por eso puedes hablar por el móvil desde dentro de casa.
Las microondas tienen frecuencias más altas (GHz a THz) y son las protagonistas de tu microondas, el WiFi y las comunicaciones por satélite. A diferencia de la luz visible, estas ondas pueden atravesar obstáculos, pero son perfectas para calentar tu comida porque hacen vibrar las moléculas de agua.
Dato interesante: Las microondas de tu cocina funcionan a 2,4 GHz, ¡la misma frecuencia que muchas redes WiFi!