El método científico es un proceso sistemático utilizado para investigar fenómenos, adquirir nuevos conocimientos y corregir teorías existentes. Este método fundamental se compone de varios pasos esenciales que permiten obtener resultados confiables y verificables.
Las etapas del método científico comienzan con la observación detallada del fenómeno que se desea estudiar. A partir de esta observación, se formula una pregunta o problema específico que guiará la investigación. La siguiente etapa consiste en desarrollar una hipótesis, que es una posible explicación o respuesta al problema planteado. Para comprobar esta hipótesis, se diseña y realiza un experimento controlado, recopilando datos de manera sistemática. El análisis de estos datos permite llegar a conclusiones que confirman o refutan la hipótesis inicial. En los ejemplos de método científico vida cotidiana, podemos encontrar situaciones como investigar por qué una planta no crece adecuadamente o determinar qué factores afectan el rendimiento de un automóvil.
El Sistema Internacional de Unidades es fundamental para la aplicación del método científico, ya que proporciona un estándar universal para las mediciones. Las unidades fundamentales del sistema internacional incluyen el metro (longitud), kilogramo (masa), segundo (tiempo), amperio (corriente eléctrica), kelvin (temperatura), mol (cantidad de sustancia) y candela (intensidad luminosa). Las unidades derivadas del sistema internacional se obtienen combinando las unidades fundamentales, como el newton para la fuerza o el pascal para la presión. Este sistema estandarizado permite que los científicos de todo el mundo puedan comunicar sus resultados de manera precisa y reproducible, facilitando la verificación y validación de los descubrimientos científicos.