Aplicaciones en la Tecnología
Las baterías son quizás la aplicación más visible de la electroquímica en nuestra vida diaria. Estos dispositivos convierten energía química en eléctrica mediante reacciones electroquímicas controladas. Las encontramos en todos los dispositivos portátiles, desde relojes hasta coches eléctricos.
Las pilas de combustible representan una tecnología prometedora para un futuro sostenible. A diferencia de las baterías convencionales, estas generan electricidad continuamente mientras se les suministre combustible (normalmente hidrógeno). Su principal ventaja es que solo producen agua como residuo, sin emisiones contaminantes.
🌞 Las celdas solares y baterías son fundamentales para la transición energética hacia fuentes renovables y la reducción de emisiones de CO₂.
Las celdas solares utilizan principios electroquímicos para convertir directamente la luz solar en electricidad. Esta tecnología está transformando la forma en que generamos energía, permitiendo sistemas descentralizados y más sostenibles. Su uso crece constantemente en viviendas, empresas e instalaciones industriales.