Enlace Iónico y Formación de Pares Iónicos
¿Alguna vez te has preguntado por qué la sal de mesa es tan estable? La respuesta está en el enlace iónico, que se forma cuando un elemento muy electropositivo (metal) se combina con uno muy electronegativo (no metal).
El proceso es bastante sencillo: el metal pierde electrones y se convierte en un catión (ion positivo), mientras que el no metal gana esos electrones y se transforma en un anión (ion negativo). Por ejemplo, en el NaCl, el sodio (Na) cede un electrón al cloro (Cl), formando Na⁺ y Cl⁻.
La valencia iónica te indica cuántos electrones gana o pierde cada átomo. En el MgCl₂, el magnesio pierde 2 electrones (Mg²⁺) y cada cloro gana 1 (Cl⁻), por eso necesitas 2 átomos de cloro.
Estos pares iónicos no se quedan solos: se organizan en redes iónicas tridimensionales donde cada ion ocupa una posición fija. La energía reticular mide cuánta energía se necesita para separar completamente estos iones, y determina propiedades como los altos puntos de fusión y ebullición que caracterizan a estos compuestos.
💡 Truco para recordar: Los iones con mayor carga y menor tamaño forman enlaces más fuertes y compuestos más estables.