El Ser Humano: Alma Inmortal en Cuerpo Mortal
Para Platón, tú no eres solo tu cuerpo. Eres principalmente tu alma, que está como prisionera dentro de tu cuerpo físico. Esta visión dualista significa que tienes dos naturalezas completamente diferentes.
Tu alma tiene tres partes que están constantemente en conflicto. El alma racional (en tu cabeza) debería mandar, como el conductor de un carro. El alma irascible (en tu pecho) te da valor y voluntad. El alma concupiscible (en tu vientre) busca placeres y satisfacer deseos.
Cada parte tiene su virtud: sabiduría para la racional, valentía para la irascible, y templanza para la concupiscible. Cuando las tres funcionan en armonía, tienes la virtud suprema: la justicia. Es como una orquesta donde cada instrumento toca su parte perfectamente.
Tu alma racional es inmortal porque no es material y no puede descomponerse. Además, como puede conocer las ideas eternas, debe haber preexistido en el mundo de las ideas. Después de la muerte, tu alma puede regresar allí si se ha purificado lo suficiente.
¡Importante! La justicia no es solo una virtud más: es el equilibrio perfecto entre todas las partes del alma. Cuando tu razón gobierna tus emociones y deseos, eres verdaderamente justo.