El proceso de hominización: de simios a humanos
La hominización es el proceso biológico que explica cómo pasamos de ser simios a convertirnos en humanos. Los cambios clave fueron la bipedestación (caminar erguidos), la cerebración (desarrollo del cerebro) y el retraso del desarrollo madurativo.
Caminar sobre dos patas fue revolucionario porque liberó nuestras manos para fabricar utensilios. Esto, junto con el crecimiento del cerebro, nos permitió desarrollar el lenguaje y fabricar herramientas cada vez más complejas. La pelvis se hizo más ancha para adaptarse a esta nueva forma de moverse.
El retraso madurativo significó que los bebés humanos nacen muy indefensos y tardan años en desarrollarse completamente. Esto favoreció la cooperación entre parejas y grupos, creando vínculos afectivos más intensos y duraderos.
Todo esto dio lugar a nuevas conductas humanas como el control del fuego, la caza cooperativa y estrategias complejas que requerían mayor inteligencia. Es impresionante cómo cada cambio físico posibilitó nuevos comportamientos.
💡 Conexión importante: Cada avance físico (bipedestación, cerebro más grande) permitió nuevos comportamientos que, a su vez, favorecieron más cambios evolutivos.