Política: El Arte del Bien Común
Los humanos somos sociales por naturaleza, no por elección. Santo Tomás da tres razones contundentes: no puedes satisfacer todas tus necesidades solo, necesitas a otros para aprender y tienes una tendencia natural a comunicarte (¡por algo existe el lenguaje!).
El fin del Estado es el bien común, que incluye tanto bienes materiales (salud, educación, seguridad) como espirituales (justicia, desarrollo moral). Si un gobierno no busca el bien común, pierde su legitimidad y puedes resistirte a él. Esto es revolucionario para su época.
Santo Tomás prefiere la monarquía porque un buen rey puede garantizar unidad y evitar conflictos. Pero ojo: si se convierte en tirano, el pueblo tiene derecho a resistir. Clasifica los gobiernos en justos (monarquía, aristocracia, democracia) e injustos (tiranía, oligarquía, demagogia).
La ley natural, inscrita por Dios en tu naturaleza, es el fundamento de todas las leyes humanas. Las leyes que contradicen la ley natural son injustas y no tienes obligación moral de obedecerlas. El Estado debe subordinarse a la Iglesia porque su fin último es guiarte hacia Dios.
💡 Importante: El bien común no es solo bienestar material, también incluye el desarrollo espiritual de los ciudadanos.