Descargar en
Google Play
Animales invertebrados
Fisiología e histología animal
Función de relación
Nutrición: aparato digestivo y respiratorio
La función reproductiva
Los seres vivos
La evolución de la vida
Estructura y organización del cuerpo humano
El sistema nervioso
Fisiología e histología vegetal
Los microorganismos y formas acelulares
La dinámica y composición terrestre
El aparato circulatorio
La dinámica de la tierra
Alimentos y nutrientes
Mostrar todos los temas
El imperio romano
Causas y las consecuencias de la segunda guerra mundial (1939-1945) y el holocausto
El sector terciario
La revolución rusa
La primera guerra mundial
La guerra fría y descolonización de asia y áfrica
La población
Organización política de españa
El mundo en el periodo de entreguerras
Concepto y tipo de estado.
Las sociedades.
Los conflictos en españa (1902-1939)
La prehistoria
Principales acontecimientos históricos en la península ibérica del siglo viii al siglo xii).
Egipto y mesopotamia
Mostrar todos los temas
79
Compartir
Guardar
Registrarse
Acceso a todos los documentos
Únete a millones de estudiantes
Mejora tus notas
Al registrarte aceptas las Condiciones del servicio y la Política de privacidad.
Registrarse
Acceso a todos los documentos
Únete a millones de estudiantes
Mejora tus notas
Al registrarte aceptas las Condiciones del servicio y la Política de privacidad.
Registrarse
Acceso a todos los documentos
Únete a millones de estudiantes
Mejora tus notas
Al registrarte aceptas las Condiciones del servicio y la Política de privacidad.
SAN AGUSTÍN (MEDIEVAL) Agustín de Hipona (354-430), fue el pensador fundamental de la Patrística (primera filosofía cristiana). Nació en Tagaste y a través del neoplatonismo se hizo cristiano. OBRAS IMPORTANTES: Las confesiones y La ciudad de Dios. Problema de DIOS o de la REALIDAD Para San Agustín la existencia de Dios se podía demostrar por 2 caminos: La existencia de la verdad: Donde S. Agustín se apoyó en la intimidad de la misma conciencia: la presencia de verdades (conocimientos verdaderos) y en nuestra alma (conciencia), y esta verdad procede de Dios, que es inmutable y eterno. La existencia de un mundo contingente y ordenado: También demuestra la existencia de Dios a partir de la belleza y el orden del mundo, se le conoce imperfectamente a través de las huellas que ha dejado en las criaturas. El propósito de San Agustín por conocer a Dios era para poder amarle, así lo reconoce en las Confesiones. Este Dios es único y uno, es el ser mismo, ya que lo que cambia no existe verdaderamente, puesto que cambiar es dejar de ser lo que se era para llegar a ser otra cosa que, a su vez, dejará de ser. Por lo tanto, Dios era la perfección pura a la que no se le puede añadir ni quitar nada. Es el...
Usuario de iOS
Javi, usuario de iOS
Mari, usuario de iOS
Ser porque es inmutabilidad, lo que quiere decir que es el bien supremo. Por otra parte, Dios, es eterno, espiritual y absolutamente simple. Por todo ello decimos que Dios es el Ser, y nos crea; Dios es la Verdad, y nos ilumina; Dios es el Bien y nos atrae. Según S. Agustín la creación de las cosas se produce "de la nada", una realidad puede proceder de otra por tres vías: A. Generación, en este caso se deriva de la sustancia misma del generador. B. Fabricación, la cosa fabricada procede de algo que preexiste fuera del que lo fabrica (de una materia). C. Creación de la nada absoluta, ni de la propia sustancia ni de una sustancia exterior. El hombre sabe "generar" y sabe "producir" pero no sabe "crear" porque es un ser finito, Dios en cambio, crea el cosmos de la nada; por lo que este conoce todas las cosas antes de la creación, como ideas ejemplares, estas constituyen la propia esencia de Dios. Las ideas ejemplares son, fuentes del ser de las cosas y de la verdad, y son fundamento de la certeza y de la ciencia. Todos los seres futuros han sido producidos desde el origen, junto con la materia, pero en gérmenes que debían desarrollarse con el paso del tiempo. Por lo tanto, el origen y el desarrollo de cuanto existe y existirá en el transcurso del tiempo depende del orden y de las leyes que Dios mismo ha previsto. El problema del mal para S. Agustín carece de entidad, pues si el mal existiera sería algo creado por Dios siendo él mismo el malo. Por lo tanto, consideró que todo lo creado por Dios es bueno, siendo el mal o la imperfección no algo real, sino carencia de ser o de perfección. Lo que consideramos mal es la ausencia de un determinado bien, que una naturaleza carece. Problema del CONOCIMIENTO La religión y la filosofía son dos modos de alcanzar la misma verdad y con ello, la felicidad. Para S. Agustín en el conocimiento no hay rivalidad entre Razón y Fe, sino que ambas deben ayudarse mutuamente. La fe no es algo irracional sino que la fe y la razón van juntas (aunque siempre debe predominar la fe) y se complementan. Por ello, la razón sin la fe no llega a la felicidad ni a la sabiduría, aunque pueda alcanzar ciertas verdades. La fe no sustituye a la inteligencia sino que la promueve y estimula, a su vez la inteligencia refuerza y aclara a la fe. Pero hay una prioridad de la fe respecto a la razón en la búsqueda de la sabiduría. La función de todo conocimiento es llegar a la verdad, S. Agustín distinguió dos tipos de conocimientos: sensible e inteligible. El conocimiento sensible, está considerado que está en el grado más bajo del conocimiento. Este tipo de conocimiento se produce cuando algo afecta a nuestros órganos sensoriales así nuestra alma saca de su propia sustancia una imagen sensible semejante al objeto que lo afecta, esto se le llama sensación (produce opinión). El conocimiento racional, sucede cuando el alma conoce cierto tipos de objetos a base de conocer o aprender. Según la teoría de la lluminación las verdades eternas que se encuentran en la mente divina, no pueden ser descubiertas a través de los sentidos, sino que se deben buscar en la intimidad de la conciencia, en el alma, donde Dios las ha puesto. En definitiva, la búsqueda de la verdad no se halla en el exterior, en el conocimiento sensible, sino en la intimidad de la conciencia, en la experiencia que el hombre posee de su propia vida interior (interiorización). El hombre sólo puede descubrir la verdad que está en su interior gracias a la iluminación divina. Problema del SER HUMANO En el ser humano existen dos sustancias distintas, una espiritual y simple, el alma y otra material, el cuerpo. El alma no está unido al cuerpo como castigo ni el cuerpo es algo negativo. Esto se debe a la idea de la creación, la idea de la resurrección y a la idea de la reencarnación. El objeto de la vida moral es liberarnos de su mal. En definitiva el hombre es un compuesto de ambos: el alma es la parte superior del mismo, siendo el cuerpo su parte inferior. Para San Agustín, lo que caracteriza la dignidad del hombre es su alma (racional). Esta realiza una función de conocer (función que caracteriza al hombre) y dispone de dos vertientes: La razón inferior, donde se conecta con el mundo sensible y temporal. La razón superior, la cual se abre al mundo inteligible y eterno, que tiene como objeto la sabiduría. También San Agustín afirma que el alma es espiritual (simple e indivisible) por lo que también se afirma que el alma es inmortal: al no tener partes, no se puede descomponer ni corromper. Y su origen proviene de Dios aun no se sabe si de la nada o es "sacada". Problema de la MORAL San Agustín desvincula la virtud de la inteligencia, por lo que la voluntad es una capacidad distinta de la inteligencia y posee autonomía respecto a la inteligencia, aunque se halle vinculada a la razón. La voluntad del hombre es libre. Todo esto implica que el mal moral procede de la libertad del hombre. Este es responsable del pecado cometido, pues sin libre albedrío, el hombre no podría elegir el bien y amar a Dios. San Agustín caracterizó la ley eterna como la razón divina que manda conservar el orden natural y prohíbe quebrantarlo. Quienes obran voluntariamente contra ella, actúan mal y se convierten en desgraciados; quienes obran de acuerdo con ella alcanzan la verdadera felicidad. Todo ello nos lleva al pecado original, la primera desviación de la voluntad. El pecado original ha tenido como consecuencia la rebelión del cuerpo contra el alma. Para hacer el bien, se requieren dos condiciones: un don de Dios, que es la gracia y el libre albedrío. Sin la gracia, el libre albedrío no querría el bien. El efecto de la gracia no es suprimir la voluntad, sino convertirla de mala en buena. Este poder de usar bien el libre albedrío que otorga la gracia es la libertad. Por tanto, el hombre quien domina por completo la gracia es también el más libre y el más feliz. Finalmente, cuando el amor del hombre se dirige a Dios (ama a los demás y a las cosas en función de Dios) es charitas. En cambio, cuando se dirige hacia sí mismo y hacia el mundo es cupiditas. Problema de la SOCIEDAD Agustín de Hipona es el primer pensador que analiza el sentido de la historia humana según una finalidad, y la comprende como el escenario donde Dios se manifiesta al hombre y donde se produce la salvación. Así, la historia es lineal teniendo un principio (la creación) y un fin (el Juicio Final). En este desarrollo histórico, S. Agustín distinguirá dos grandes grupos humanos según sea el objeto de su amor: los que se aman a sí mismos por encima de todo, que conforman la Ciudad terrenal, y los que aman a Dios por encima de todo, que constituyen la Ciudad de Dios. Estas dos ciudades están mezcladas en cualquier sociedad a lo largo de la historia, manteniendo una lucha ética entre sus componentes.
Problemas filosóficos de San Agustín
30 Seguidores
0
Apuntes para examen
10
Desde Platón hasta Nietzsche EVAU 2023-2024, se irá actualizando hasta Hannah También están los presocráticos, sofistas y sócrates Los enlaces de los textos no irán pero son de *Filósoblog*
43
EL PENSAMIENTO DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA
8
Tema de filosofia medieval
30
panorámica antigua, medieval, moderna y contemporánea
48
Temario de la filosofía medieval.
SAN AGUSTÍN (MEDIEVAL) Agustín de Hipona (354-430), fue el pensador fundamental de la Patrística (primera filosofía cristiana). Nació en Tagaste y a través del neoplatonismo se hizo cristiano. OBRAS IMPORTANTES: Las confesiones y La ciudad de Dios. Problema de DIOS o de la REALIDAD Para San Agustín la existencia de Dios se podía demostrar por 2 caminos: La existencia de la verdad: Donde S. Agustín se apoyó en la intimidad de la misma conciencia: la presencia de verdades (conocimientos verdaderos) y en nuestra alma (conciencia), y esta verdad procede de Dios, que es inmutable y eterno. La existencia de un mundo contingente y ordenado: También demuestra la existencia de Dios a partir de la belleza y el orden del mundo, se le conoce imperfectamente a través de las huellas que ha dejado en las criaturas. El propósito de San Agustín por conocer a Dios era para poder amarle, así lo reconoce en las Confesiones. Este Dios es único y uno, es el ser mismo, ya que lo que cambia no existe verdaderamente, puesto que cambiar es dejar de ser lo que se era para llegar a ser otra cosa que, a su vez, dejará de ser. Por lo tanto, Dios era la perfección pura a la que no se le puede añadir ni quitar nada. Es el...
SAN AGUSTÍN (MEDIEVAL) Agustín de Hipona (354-430), fue el pensador fundamental de la Patrística (primera filosofía cristiana). Nació en Tagaste y a través del neoplatonismo se hizo cristiano. OBRAS IMPORTANTES: Las confesiones y La ciudad de Dios. Problema de DIOS o de la REALIDAD Para San Agustín la existencia de Dios se podía demostrar por 2 caminos: La existencia de la verdad: Donde S. Agustín se apoyó en la intimidad de la misma conciencia: la presencia de verdades (conocimientos verdaderos) y en nuestra alma (conciencia), y esta verdad procede de Dios, que es inmutable y eterno. La existencia de un mundo contingente y ordenado: También demuestra la existencia de Dios a partir de la belleza y el orden del mundo, se le conoce imperfectamente a través de las huellas que ha dejado en las criaturas. El propósito de San Agustín por conocer a Dios era para poder amarle, así lo reconoce en las Confesiones. Este Dios es único y uno, es el ser mismo, ya que lo que cambia no existe verdaderamente, puesto que cambiar es dejar de ser lo que se era para llegar a ser otra cosa que, a su vez, dejará de ser. Por lo tanto, Dios era la perfección pura a la que no se le puede añadir ni quitar nada. Es el...
Usuario de iOS
Javi, usuario de iOS
Mari, usuario de iOS
Ser porque es inmutabilidad, lo que quiere decir que es el bien supremo. Por otra parte, Dios, es eterno, espiritual y absolutamente simple. Por todo ello decimos que Dios es el Ser, y nos crea; Dios es la Verdad, y nos ilumina; Dios es el Bien y nos atrae. Según S. Agustín la creación de las cosas se produce "de la nada", una realidad puede proceder de otra por tres vías: A. Generación, en este caso se deriva de la sustancia misma del generador. B. Fabricación, la cosa fabricada procede de algo que preexiste fuera del que lo fabrica (de una materia). C. Creación de la nada absoluta, ni de la propia sustancia ni de una sustancia exterior. El hombre sabe "generar" y sabe "producir" pero no sabe "crear" porque es un ser finito, Dios en cambio, crea el cosmos de la nada; por lo que este conoce todas las cosas antes de la creación, como ideas ejemplares, estas constituyen la propia esencia de Dios. Las ideas ejemplares son, fuentes del ser de las cosas y de la verdad, y son fundamento de la certeza y de la ciencia. Todos los seres futuros han sido producidos desde el origen, junto con la materia, pero en gérmenes que debían desarrollarse con el paso del tiempo. Por lo tanto, el origen y el desarrollo de cuanto existe y existirá en el transcurso del tiempo depende del orden y de las leyes que Dios mismo ha previsto. El problema del mal para S. Agustín carece de entidad, pues si el mal existiera sería algo creado por Dios siendo él mismo el malo. Por lo tanto, consideró que todo lo creado por Dios es bueno, siendo el mal o la imperfección no algo real, sino carencia de ser o de perfección. Lo que consideramos mal es la ausencia de un determinado bien, que una naturaleza carece. Problema del CONOCIMIENTO La religión y la filosofía son dos modos de alcanzar la misma verdad y con ello, la felicidad. Para S. Agustín en el conocimiento no hay rivalidad entre Razón y Fe, sino que ambas deben ayudarse mutuamente. La fe no es algo irracional sino que la fe y la razón van juntas (aunque siempre debe predominar la fe) y se complementan. Por ello, la razón sin la fe no llega a la felicidad ni a la sabiduría, aunque pueda alcanzar ciertas verdades. La fe no sustituye a la inteligencia sino que la promueve y estimula, a su vez la inteligencia refuerza y aclara a la fe. Pero hay una prioridad de la fe respecto a la razón en la búsqueda de la sabiduría. La función de todo conocimiento es llegar a la verdad, S. Agustín distinguió dos tipos de conocimientos: sensible e inteligible. El conocimiento sensible, está considerado que está en el grado más bajo del conocimiento. Este tipo de conocimiento se produce cuando algo afecta a nuestros órganos sensoriales así nuestra alma saca de su propia sustancia una imagen sensible semejante al objeto que lo afecta, esto se le llama sensación (produce opinión). El conocimiento racional, sucede cuando el alma conoce cierto tipos de objetos a base de conocer o aprender. Según la teoría de la lluminación las verdades eternas que se encuentran en la mente divina, no pueden ser descubiertas a través de los sentidos, sino que se deben buscar en la intimidad de la conciencia, en el alma, donde Dios las ha puesto. En definitiva, la búsqueda de la verdad no se halla en el exterior, en el conocimiento sensible, sino en la intimidad de la conciencia, en la experiencia que el hombre posee de su propia vida interior (interiorización). El hombre sólo puede descubrir la verdad que está en su interior gracias a la iluminación divina. Problema del SER HUMANO En el ser humano existen dos sustancias distintas, una espiritual y simple, el alma y otra material, el cuerpo. El alma no está unido al cuerpo como castigo ni el cuerpo es algo negativo. Esto se debe a la idea de la creación, la idea de la resurrección y a la idea de la reencarnación. El objeto de la vida moral es liberarnos de su mal. En definitiva el hombre es un compuesto de ambos: el alma es la parte superior del mismo, siendo el cuerpo su parte inferior. Para San Agustín, lo que caracteriza la dignidad del hombre es su alma (racional). Esta realiza una función de conocer (función que caracteriza al hombre) y dispone de dos vertientes: La razón inferior, donde se conecta con el mundo sensible y temporal. La razón superior, la cual se abre al mundo inteligible y eterno, que tiene como objeto la sabiduría. También San Agustín afirma que el alma es espiritual (simple e indivisible) por lo que también se afirma que el alma es inmortal: al no tener partes, no se puede descomponer ni corromper. Y su origen proviene de Dios aun no se sabe si de la nada o es "sacada". Problema de la MORAL San Agustín desvincula la virtud de la inteligencia, por lo que la voluntad es una capacidad distinta de la inteligencia y posee autonomía respecto a la inteligencia, aunque se halle vinculada a la razón. La voluntad del hombre es libre. Todo esto implica que el mal moral procede de la libertad del hombre. Este es responsable del pecado cometido, pues sin libre albedrío, el hombre no podría elegir el bien y amar a Dios. San Agustín caracterizó la ley eterna como la razón divina que manda conservar el orden natural y prohíbe quebrantarlo. Quienes obran voluntariamente contra ella, actúan mal y se convierten en desgraciados; quienes obran de acuerdo con ella alcanzan la verdadera felicidad. Todo ello nos lleva al pecado original, la primera desviación de la voluntad. El pecado original ha tenido como consecuencia la rebelión del cuerpo contra el alma. Para hacer el bien, se requieren dos condiciones: un don de Dios, que es la gracia y el libre albedrío. Sin la gracia, el libre albedrío no querría el bien. El efecto de la gracia no es suprimir la voluntad, sino convertirla de mala en buena. Este poder de usar bien el libre albedrío que otorga la gracia es la libertad. Por tanto, el hombre quien domina por completo la gracia es también el más libre y el más feliz. Finalmente, cuando el amor del hombre se dirige a Dios (ama a los demás y a las cosas en función de Dios) es charitas. En cambio, cuando se dirige hacia sí mismo y hacia el mundo es cupiditas. Problema de la SOCIEDAD Agustín de Hipona es el primer pensador que analiza el sentido de la historia humana según una finalidad, y la comprende como el escenario donde Dios se manifiesta al hombre y donde se produce la salvación. Así, la historia es lineal teniendo un principio (la creación) y un fin (el Juicio Final). En este desarrollo histórico, S. Agustín distinguirá dos grandes grupos humanos según sea el objeto de su amor: los que se aman a sí mismos por encima de todo, que conforman la Ciudad terrenal, y los que aman a Dios por encima de todo, que constituyen la Ciudad de Dios. Estas dos ciudades están mezcladas en cualquier sociedad a lo largo de la historia, manteniendo una lucha ética entre sus componentes.