Descartes y Hume: Dos Formas Opuestas de Ver el Mundo
Descartes creía que podíamos conocer toda la realidad usando solo la razón, siguiendo un método matemático. Su famoso "Pienso, luego existo" es la única verdad absoluta de la que podemos estar seguros después de dudar de todo (incluso de que un genio maligno nos engañe).
Su método tiene cuatro pasos súper claros: evidencia (encontrar una verdad clara), análisis (simplificarla), síntesis (conectar ideas) y revisión (comprobar que todo está bien). Para Descartes, somos tres sustancias: nuestra mente pensante (res cogitans), nuestro cuerpo físico (res extensa) y Dios (res infinita).
Hume, por el contrario, solo confía en lo que captan nuestros sentidos. Según él, solo tenemos impresiones (lo que sentimos directamente) e ideas (recuerdos borrosos). Su conclusión es bastante radical: no podemos conocer realmente ni las causas de las cosas, ni las sustancias, ni siquiera a Dios.
Dato clave: Mientras Descartes separa mente y cuerpo como dos sustancias diferentes, Hume piensa que el "yo" es solo un conjunto de impresiones que cambian constantemente.
En ética, Hume también se rebela: las emociones mandan sobre la razón. Una acción es buena si nos provoca bienestar, y mala si nos provoca malestar. Nada de reglas universales.