Sofistas y Sócrates: El Giro Hacia lo Humano
Los sofistas cambiaron completamente el juego con su giro antropológico: dejaron de preguntarse sobre la naturaleza y se centraron en el ser humano, la ética y la política. Defendían el relativismo moral y el convencionalismo democrático.
Protágoras soltó la frase más famosa: "el hombre es la medida de todas las cosas", defendiendo que cada persona tiene su propia verdad. Gorgias llevó el escepticismo al extremo, argumentando que la verdad es imposible de alcanzar.
Sócrates apareció para plantarles cara con su revolucionario método socrático: primero la ironía (hacer preguntas hasta que admitas que no sabes nada) y luego la mayéutica (ayudarte a descubrir la verdad por ti mismo). Su intelectualismo moral conectaba saber, virtud y felicidad.
💡 Clave para entender: Sócrates creía que solo los sabios pueden ser realmente felices, porque solo ellos saben cómo actuar virtuosamente.
Platón heredó las ideas de Sócrates y las llevó más lejos con su teoría de los dos mundos: el mundo sensible (lo que vemos, imperfecto y cambiante) y el mundo de las ideas (perfecto y eterno, accesible solo por la razón). Su famosa alegoría de la caverna ilustra cómo pasamos de la ignorancia al conocimiento verdadero.