Aristóteles: Ética del Término Medio y Organización Política
La felicidad es el objetivo final de la vida humana, pero no es un sentimiento temporal sino un estado de realización plena. La conseguimos desarrollando virtudes a través del hábito - practicando constantemente hasta que se vuelven naturales.
Aristóteles distinguió dos tipos de virtudes: las intelectuales (arte, prudencia, ciencia, inteligencia y sabiduría) y las morales. Las virtudes morales siguen la famosa doctrina del término medio: la virtud está en el equilibrio entre dos extremos viciosos.
Por ejemplo, el valor es el término medio entre la cobardía (defecto) y la temeridad (exceso). La generosidad está entre la tacañería y el derroche. Esta idea del equilibrio es muy práctica: nos dice que en la mayoría de situaciones, la respuesta correcta está en el punto medio.
Reflexión: ¿En qué aspectos de tu vida podrías aplicar mejor el término medio?
En política, Aristóteles fue más realista que Platón. Analizó las formas de gobierno existentes y propuso que cualquiera puede funcionar si no se degenera: monarquía, aristocracia y república son correctas, mientras que tiranía, oligarquía y democracia (entendida como gobierno de la masa) son sus versiones degeneradas.
La polis ciudad−estado surge naturalmente: primero la familia, luego la aldea, finalmente la ciudad. Su función es garantizar el bien común y crear condiciones para que los ciudadanos alcancen la felicidad. Controversial para nosotros: Aristóteles consideraba la esclavitud como algo natural.