La política ideal y el legado de Platón
Para Platón, ética y política van de la mano: una persona justa es como un Estado justo. En ambos casos, cada parte debe cumplir su función bajo la guía de la razón.
Su Estado ideal tiene tres clases sociales que se corresponden con las tres partes del alma. Los productores (parte concupiscible) se encargan de la economía y deben tener templanza. Los guardianes (parte irascible) defienden la ciudad con fortaleza. Los filósofos-gobernantes (parte racional) dirigen con sabiduría.
¿Por qué deben gobernar los filósofos? Porque solo ellos conocen la Idea de Bien y pueden tomar decisiones justas para toda la comunidad. Es una aristocracia del saber, no del dinero o la fuerza.
Platón critica duramente las formas degeneradas de gobierno que veía en su época. Para él, la democracia puede convertirse en demagogia si no está guiada por el conocimiento verdadero.
Responsabilidad del filósofo: Aunque preferiría dedicarse a contemplar las Ideas eternas, el filósofo tiene el deber moral de "volver a la caverna" y gobernar para ayudar a los demás a salir de la ignorancia.
El legado de Platón es impresionante: influyó en Aristóteles, en el cristianismo (San Agustín), en el Renacimiento, y hasta en la ciencia moderna. Su idea de que la razón puede descubrir verdades universales sigue siendo fundamental en filosofía, matemáticas y política.
La tensión entre sofistas y Sócrates que heredó Platón - relativismo vs. universalismo, opinión vs. conocimiento - sigue viva en debates actuales sobre verdad, tolerancia y valores.