La Realidad según Platón: Dos Mundos Diferentes
Imagina que todo lo que ves a tu alrededor es solo una copia imperfecta de algo mucho mejor. Eso es exactamente lo que pensaba Platón con su dualismo ontológico. Para él, existen dos mundos completamente diferentes: el mundo sensible (lo que tocas y ves) y el mundo inteligible (las ideas perfectas).
El mundo sensible es como una sombra: cambia constantemente, es imperfecto y lo percibimos con nuestros sentidos. En cambio, el mundo inteligible contiene las Ideas, que son perfectas, eternas e inmutables. Estas Ideas no son conceptos mentales, sino entidades reales que existen independientemente de nosotros.
La Teoría de las Ideas establece que existe una jerarquía, con el Bien en la cima. El Bien es como un sol que ilumina todas las demás Ideas, dándoles existencia y permitiendo que las conozcamos. Para entender esto mejor, piensa en cómo todas las cosas justas participan de la Idea de Justicia.
💡 Piénsalo así: Cuando dices que algo es "bello", estás comparándolo inconscientemente con la Idea perfecta de Belleza que existe en el mundo inteligible.