Las Cuatro Causas y el Movimiento
Para explicar completamente cualquier cosa, Aristóteles propone identificar cuatro causas: la material (de qué está hecho), la formal (qué estructura tiene), la eficiente (quién o qué lo produjo) y la final (para qué sirve o cuál es su propósito).
Esta última es especialmente importante porque Aristóteles ve finalidad en todo lo que existe. Su filosofía es teleológica: cada ser persigue objetivos concretos. Las plantas crecen hacia la luz, los animales buscan reproducirse, los humanos aspiran a la felicidad.
A diferencia de Platón, que veía el cambio como imperfección, Aristóteles considera que las transformaciones son completamente reales y naturales. Para explicarlo, distingue entre ser en potencia (capacidad de cambiar) y ser en acto (realización completa de esas capacidades).
Cuando una bellota se convierte en roble, está actualizando su potencial. El cambio no es caos ni imperfección, sino el proceso natural mediante el cual las cosas alcanzan su plenitud.
💡 Ejemplo práctico: Tú mismo estás constantemente pasando de potencia a acto: tienes el potencial de aprender filosofía, y leyendo esto lo estás actualizando.