El Giro Hacia el Ser Humano: Sofistas y Sócrates
En el siglo V a.C., la filosofía dio un giro revolucionario hacia el ser humano y la sociedad, abandonando el estudio exclusivo de la naturaleza. Este cambio coincidió con el auge de la democracia en las ciudades griegas, donde todos los ciudadanos debían participar en política.
Los sofistas fueron los primeros maestros profesionales que educaban a la juventud griega para la vida política. Protágoras estableció el relativismo con su famosa frase: «El hombre es la medida de todas las cosas», negando la existencia de normas morales absolutas. Gorgias radicalizó esta posición con un nihilismo que negaba cualquier verdad absoluta, destacando la importancia de la retórica para persuadir.
Aunque fueron criticados por Platón y Aristóteles, los sofistas provocaron una revolución intelectual enfocándose en la ética, política, retórica y educación, marcando el inicio del período humanista de la filosofía antigua.
Sócrates 470−399a.C. compartía con los sofistas el interés por el ser humano, pero defendía posiciones opuestas. Para él, el alma (psyche) es la verdadera naturaleza humana, sede de la actividad ética e intelectual. Esto implicaba que cuidar el alma era más importante que preocuparse por el cuerpo o la riqueza.
Sócrates creía que la virtud es conocimiento y el vicio es ignorancia. Quien elige una mala vida lo hace por ignorancia, mientras que el conocimiento del bien conduce a la verdadera felicidad y armonía interior del alma.
Su método dialéctico y la mayéutica (arte de parir ideas) consistían en usar la ironía y el diálogo para que los interlocutores descubrieran sus contradicciones y alcanzaran la verdad por sí mismos. Este método, que avanza en el conocimiento mediante contradicciones, sigue siendo fundamental en la educación moderna.
Platón y Aristóteles coronaron la filosofía griega clásica. Platón desarrolló la teoría de las Ideas, separando el mundo sensible del mundo de las Formas perfectas. Aristóteles adoptó un enfoque más empírico, rechazando esta separación y estableciendo las bases del pensamiento científico posterior.
Legado eterno: El método socrático de enseñanza mediante preguntas y diálogo crítico sigue siendo una herramienta educativa fundamental en la actualidad.