Los Orígenes: De Primates a Homínidos
Todo empezó con pequeños mamíferos que se adaptaron a vivir en los árboles y desarrollaron tres superpoderes evolutivos: manos prensiles para agarrar, visión estereoscópica (en 3D) y una nueva orientación de la cabeza. Estos cambios fueron clave para lo que vendría después.
Los primates perfeccionaron estas habilidades con visión en color, brazos especializados y cerebros más grandes. Pero el verdadero cambio llegó cuando el clima cambió y escaseó la comida en los árboles.
Los homínidos bajaron al suelo y desarrollaron el bipedismo, liberando sus manos para nuevas tareas. Sus piernas se alargaron, la columna se curvó y la mandíbula se redujo. ¡La vista mejoró pero el olfato empeoró!
Australopithecus afarensis, conocido por Lucy, fueron los primeros bípedos. Tenían cerebros pequeños pero ya caminaban erguidos. Más tarde llegó Homo habilis, que comenzó a fabricar herramientas y comer carne, lo que hizo crecer su cerebro considerablemente.
Dato curioso: Lucy fue uno de los "eslabones perdidos" más importantes para entender nuestra evolución.